¡Qué viva México!

El cine latinoamericano se ha convertido en un referente imprescindible del buen cine en los últimos años. Las historias más humanas, más emotivas, más profundas...; en fin, las más humanas, nos han llegado de allí. Parece como si los latinos guardaran una aptitud de transmisión hereditaria que les ayudara a crear esas historias tan verosímiles y, como ya he dicho, tan humanas, capaces de emocionarnos de un modo muy diferente al acostumbrado.
La pena es que haya muy pocos países que inviertan en cine, de ahí la limitada filmografía de países como Cuba, Venezuela... Dos grandes referentes son Argentina y México, los países que más cine exportan, al menos, hasta nuestro país. Ambos países gozan de una nueva hornada de geniales directores que, dentro de muy poco tiempo, entraran a fomar parte de una generación de oro del cine de sus respectivos países. Seguro.
En esa nueva hornada, México puede enogullecerse de contar con tres nuevos maestros del séptimo arte que, a pesar de su juventud, han logrado alcanzar un gran éxito internacional y Hollywood ya se ha aprovechado de su enorme talento, en una época de clara crisis de ideas en la meca del cine, con la dirección de estos tres genios en alguna película con sello norteamericano.
Guillermo Del Toro es un hombre tan enigmático como sus películas. Un hombre que, eso sí, abandona ese halo de misterio del que gozan sus películas, para convertirse en una persona muy próxima a ti, que ama dirigir cine, pero también hablar de él.
Del Toro ha construido a lo largo de sus películas un mundo de misterio que poco ha seguido los cauces establecidos de Hollywood, esa industria que en su día tuvo la hegemonía indiscutible del misterio en el cine. Del Toro ha creado su propio sello, su propia narrativa. Con una imaginación desbordante, se ha atrevido a nadar a contracorriente para modelar con ingenio un universo atrayente, diferente y, ante todo, mágico. Desde su ópera prima, "Cronos" (1991), esa forma distinta de enredarse en el cine de misterio ha quedado latente. La película recibió muy buenas críticas y fue premiado en Sitges (el festival por excelencia del terror, aunque en los últimos haya tomado caminos más comerciales) por su guión y la interpretación de Federico Luppi.
Su inesperado rotundo éxito le da el pasaporte a Hollywood, pero su primera experiencia americana no es muy satisfactoria. "Mimic" (1997) se perdía en su desarollo y carecía de credibilidad. A pesar de todo, la crítica norteamericana valoró el trabajo de Del Toro.
Cuatro años después, Del Toro vendría a España y rodaría "El espinazo del diablo", una intensa historia que se desarrolla en un internado en plena Guerra Civil con niño fantasma incluido. Buenas críticas y de nuevo viaje a EEUU, donde Del Toro tomó el camino a comercial para firmar "Blade II" y "Hellboy".
En mayo, Del Toro presentó en la sección oficial de Cannes, su última película, "El laberinto del fauno", que fue muy bien recibida y que en España se estrena el próximo 13 de octubre. La película, que cuenta en el reparto con Ariadna Gil, Sergi López y Maribel Verdú entre otros, vuelve a escenificarse en plena guerra civil española, en el que una niña viaja con su madre hasta un pequeño pueblo en el que se encuentra deastacado el marido de ésta, un capitán del ejército franquista. La niña, en el nuevo lugar, descubrirá las ruinas de un laberinto y un fauno le advertirá de un destino al que debe enfrentarse para volver al mundo del que en realidad procede.
La película también estará presente en el Festival de Nueva York, aunque cuenta con pocas opciones de aspirar al Oscar. De todos modos, se prevé ser una gran película, quizá la mejor de Del Toro de toda su filmografía. Esperaremos hasta el 13 de octubre para saberlo.
Alfonso Cuarón debutó en el cine tras trabajar en televisión y como ayudante de dirección. Su primera película fue "Solo con tu pareja" (1991) en el que, además de director, también realizó tareas de producción, fotografía y montaje. Su hermano Carlos escribió el guión.
Tras su début, las puertas de Hollywood se le abrieron y dirigió "La princesita", que consiguió una gran acogida por parte de la crítica, pero que naufragó en taquilla. Después, llegó su primera gran producción, "Grandes esperanzas", el clásico de Charles Dickens, con un reparto de lujo: Gwyneth Paltrow, Ethan Hawke y Robert De Niro. La película pasó sin pena ni gloria.
Pero su gran éxito lo alcanzó con la estupenda "Y tu mamá también", una road movie protagonizada por Gael García Bernal, Diego Luna y Maribel Verdú. Sus tórridas escenas de sexo y su desbordante naturalidad fueron todo un éxito, incluso en la puritana Estados Unidos, que acabó nominando a la película como mejor guión original, premio que finalmente recayó en el guión de "Hable con ella".
A partir de entonces, Cuarón fue llamado a rodar "Harry Potter y el prisionero de Azkaban" que fue su consagración en América.
En Venecia, ha presentado su última película, "The Children of men" , una película algo apocalíptica que transcurre en el Reino Unido del 2027 y donde el hombre ha perdido la capacidad de reproducirse. Una película, pues, algo extraña que demuestra que Cuarón se mueve por terrenos muy diferentes entre sí. De la tórrida "Y tu mamá también" pasó a la poco infantil pero sí misteriosa adaptación de Harry Potter. Y ahora, nos sorprende, con esta extraña fábula futurista. Demuestra, pues, que Cuarón es un hombre valiente, poco conformista y, ante todo, un tipo que sabe de cine.
El director estuvo en San Sebastián con el protagonista del film, Clive Owen. La película cuenta con aspiraciones al Oscar, pero dependerá de los primeros premios que otorgue la industria a principios de diciembre para ver si se convierte en una película competitiva.
Alejandro González - Iñárritu es el primero de la clase, el avanzado de una hornada de poderoso talento. Muy al contrario de sus compatriotas, Iñárritu cuenta sólo con tres películas en su filmografía, además de una colaboración en la película homenaje al 11 de septiembre ("11' 09'' 2001"). Y las tres forman una trilogía que destaca por su enorme originalidad y talento. Una trilogía que se asienta en las premisas de los caminos cruzados, en el destino y en el tiempo, y lo vulnerables que somos ante lo que no podemos controlar, y que inevitablemente cambia el rumbo de nuestras vidas de forma constante.
Acompañado siempre de su guionista Guillermo Arriaga, los dos han creado tres películas maravillosas: "Amores perros", "21 gramos" y "Babel". Las tres películas siempre son historias individuales que acaban colisionando (en las dos primeras películas, debido a un accidente de tráfico. En la tercera, ese es el misterio, pues los personajes se encuentran en continentes distintos) para acabar entrelazando sus vidas de un modo muy complejo.
Es verdad que la originalidad de "Amores perros" pareció repetitivo en "21 gramos", pero todo parece indicar que "Babel" va a volver a la línea ascendente en cuanto a calidad de un director que, para mí, es Dios.
La película, sencillamente, maravilló en Cannes y es una de las grandes favoritas para la próxima edición de los Oscar. No oculto que me encantaría que "Babel" ganara, pues, aunque aún no he visto la película, tiene toda la pinta de ser una obra maestra. Todas las críticas que he podido leer hablan muy bien del film. La película se estrena a finales de octubre en EEUU. A España, tardará en llegar hasta diciembre.
El cine latino ha eclosionado en Hollywood. Y México se ha convertido en un país productor de genios del cine. Estos tres directores así lo demuestran. ¡Qué viva México, cabrones!