Carta abierta a Pedro Almodóvar

Sé querido Pedro que tú nunca has visitado este blog. Y que por supuesto, no lo harás nunca. Esta carta está dirigida a ti, aunque tú nunca la vayas a leer.

Te admiro, Pedro. Me pareces un tipo con mucho talento y con una capacidad innata y singular de hacer buen cine. Tus películas me gustan mucho, me emocionan, me divierten. Haces aflorar muchos sentimientos dentro de mí, y reconozco tu ingenio y tu marca personal en cada una de tus películas.

Pero, ay, Pedro. Tu caracter ha cambiado. Hace unos meses montaste un numerito no sé dónde porque alguien había criticado en televisión la interpretación de Penélope Cruz en tu última película. Y hace dos años, tras el fracaso de "La mala educación" en los Goya decidiste borrarte de la Academia. Va a ser Pedro que eso de que te critiquen no te gusta mucho.

Argumentaste motivos de cansancio para no acudir a la ceremonia de los Goya que se celebró el pasado domingo. Yo desde aquí me atreví a pensar que quizá era más motivo de "mieditis" ante la posibilidad de que "El laberinto del fauno" volviera a dar un repaso importante a "Volver", como ocurrió en las nominaciones a los Oscar. Pero mira tú por donde que fuiste (es un decir) y ganaste, que tu película se llevó los premios gordos de la noche. Te imagino en el sofá de tu casa tú saltando de alegría por esos premios que se adjudicaron a tu favor. Porque tú no fuiste, Pedro. No estabas para recogerlos.

Te entendimos, pero no nos creimos que tu ausencia en los Goya se diera por motivos de cansancio. Estaba claro que se debía a tu confrontación con la Academia, a la que no le perdonas el olvido constante (cierto es, por otro lado) al que han sometido a la mayoría de tus películas.

Pero no nos engañes, Pedro. No nos engañes. Hoy hemos sabido que sí viajarás a Londres para asistir a dos ceremonias de premios, uno de ellos los Bafta. ¿Pero tú no estabas cansado? ¿No decías que estabas agotado?

No nos mientas, Pedro, y di las cosas por su nombre. Di que no aguantas a la Academia española de cine, que te sientes olvidado y hasta desprestigiado por ellos. Di que no volverás nunca a los Goya, que jamás pisarás su alfombra... ¡¡¡verde!!! (o del color que sea) y que en el extranjero tú estás más a gusto. Dilo. Probablemente, nadie te recriminará nada. Pero tenías que haber ido a los Goya, Pedro. Haber ido para demostrar que además de buen director no eres un rencoroso, que sabes aceptar las críticas y que estás dispuesto a hacer las paces.

No lo hiciste Pedro, y eso va en perjuicio tuyo y el perjuicio del cine español.

Un abrazo

Javier