CRÍTICA DE "BANDERAS DE NUESTROS PADRES"

"Banderas de nuestros padres"

Nota: 7 ***

Héroes sin bandera
Clint Eastwood se ha encauzado en la dura contienda que supone ofrecer una doble perspectiva de un mismo hecho. La primera parte de este trabajo, “Banderas de nuestros padres”, es una correcta y por momentos brillante experiencia post-bélica que muy pocas veces el cine ha tratado. Muchas películas bélicas, como la maestra “Apocalypsis Now” o “Salvar al Soldado Ryan”, son el ejemplo claro de lo que nos suele ofrecer una película de guerra. Sin embargo, la película de Eastwood explora una superficie lejana a la del campo de batalla. El director de “Million Dolar Baby” se sumerge en el interior de la conciencia de tres hombres proclamados erróneamente héroes. La famosa foto de la batalla de Iwo Jima tomada a seis soldados norteamericanos izando la bandera del país es el punto de inicio de una tremenda reflexión sobre la manipulación, las contradicciones y el olvido. El mensaje que quiere lanzar Eastwood a través del film llega con suma facilidad al espectador. Sin embargo, queda el amargo resabio de pensar que quizá el director ha centrado todo su film en ese único mensaje, vaciando de contenido una película que podía haber transmitido mucho más. Por eso su carácter humano sólo cumple en su objetivo predeterminado, mientras que la parte bélica nos ofrece de nuevo un espectáculo que, aquejado como siempre de ciertas exageraciones y demasiado sangre (las guerras son así, eso también es verdad), logra eclipsar al espectador con ese cierto magnetismo que siempre provocan las situaciones extremas de unos héroes que, en este caso, carecerán tiempo después de una bandera que les otorgó la gloria. Una gloria demasiado efímera.
Ryan Phillippe asume con solvencia su papel protagonista, mientras que Adam Beach, posible nominado al Oscar en la categoría de actor secundario, comete grandes exageraciones interpretativas que perturban una naturalidad necesaria en films como éste.
El análisis del trabajo completo lo tendremos tras el visionado de “Letters from Iwo Jima”, la película que narra el mismo hecho desde la perspectiva nipona. Aunque, de momento, esta primera película ya ha izado la bandera a una altura bastante alta.